eventos-adversos-en-salud

¿Cómo gestionar los eventos adversos en salud en tu consultorio?

Uno de los pilares de la seguridad del paciente es la correcta gestión de los eventos adversos en salud. Así que, si eres prestador de servicios de salud independiente o en tu trabajo diario tienes contacto con pacientes, esta información es para ti.

Parte de las buenas prácticas de seguridad en tu consultorio o clínica propia es saber qué hacer al momento de presentarse un evento de este tipo. Además de ser un requisito normativo, intervenir tus eventos hará que tu servicio sea cada vez más seguro, lo que al final impactará en la calidad de tu atención y la satisfacción de tus pacientes.

Si quieres conocer más al respecto, en este artículo te contaremos las claves para entender qué son los eventos adversos en salud, cómo se clasifican, cómo gestionarlos correctamente en caso de que se presenten y cómo prevenirlos. ¡Continúa leyendo!

¿Qué son los eventos adversos en salud?

Un evento adverso en salud es una afectación al paciente, que se presenta durante la atención en salud y que no es intencional.

A pesar de todas las medidas de seguridad que se puedan tomar, errar es de humanos. Lo más importante ante un daño generado a un paciente es intervenirlo y hacer todo lo posible para que no se repita en el futuro.

¿Qué tipos de eventos adversos en salud existen?

Los eventos adversos en salud pueden clasificarse en:

  • Eventos adversos leves
  • Eventos adversos moderados
  • Eventos adversos graves
  • Eventos adversos prevenibles
  • Eventos adversos no prevenibles

Ahora bien, esta clasificación depende de su severidad o su previsibilidad. Veámoslo con más detalle.

1. Según su severidad

Los eventos adversos en salud pueden ser leves, moderados o graves dependiendo del grado de daño generado al paciente. Para que lo veas de forma más clara, mira los siguientes casos:

  • Un paciente joven y sano acude al servicio de odontología. Allí, mientras se recostaba en la unidad odontológica, se golpeó ligeramente la cabeza con la lámpara. Rápidamente, se retira y la situación no pasa a mayores. En este ejemplo, el evento adverso puede ser clasificado como leve.
  • Por otra parte, un adulto mayor con osteoporosis acude a una consulta de psicología. En el consultorio recientemente trapearon el piso, dejándolo húmedo. El paciente camina sobre la superficie resbalosa y presenta una caída que le genera una fractura complicada en la cadera. En este ejemplo el daño fue severo, por ende, el evento adverso en salud puede considerarse como grave.

2. Según su previsibilidad

Según su previsibilidad, los eventos adversos en salud pueden ser prevenibles o no prevenibles.

  • Los eventos adversos se consideran prevenibles si estos se hubieran podido evitar gracias al cumplimiento de los estándares que ameritaba el caso. Por esto, es vital que tu servicio cuente con una afianzada cultura de seguridad, con protocolos documentados y con las barreras que ofrecen las prácticas seguras.
  • Ahora, existen otros casos en los que, a pesar de cumplir con los estándares de calidad, no se puede evitar alguna afectación al paciente. En estas situaciones estamos ante un evento adverso no prevenible.

Contáctanos para recibir nuestra capacitación sobre gestión de eventos adversos. También cuentas con nosotros para crear tu política y programa de seguridad del paciente.

¿Qué hacer en caso de un evento adverso en tu consultorio independiente?

Un evento adverso suele ser una situación estresante y preocupante. Es muy importante que tengas claro cómo actuar ante un acontecimiento desfavorable para tu paciente.

Conoce los siguientes pasos para actuar frente a un evento adverso en salud:

1. Analiza la gravedad del caso y actúa conforme a esta

Lo primero para tener en cuenta son las necesidades de tu paciente. Determina el tipo de atención que se requiere. En algunos casos puede que la situación se controle brindando información y recomendaciones al usuario. Lamentablemente en otros, puede ser necesaria la atención por urgencias o por algún campo específico de la salud.

2. Aplica la metodología de análisis de tu preferencia

Recuerda que, como prestador de servicios de salud, puedes elegir la manera en la que analizarás tus eventos adversos en salud. Encuentra las causas y factores que contribuyeron a la materialización del daño y realiza un plan para intervenirlos y mejorar las fallas. Aquí te recordamos algunos métodos que puedes implementar:

  • Protocolo de Londres.
  • Análisis de causa-raíz.
  • Espina de pescado/diagrama de Ishikawa.
  • Análisis de 5 por qué.
  • Análisis modal de fallos y efectos/AMFE.

Si tienes interés en ahondar en este tema, pregúntanos por nuestra capacitación sobre la gestión de eventos adversos. Siempre incluimos actividades prácticas para que te conviertas en un experto en estos análisis.

3. Haz seguimiento del caso: Investiga la evolución de tu paciente

Es importante estar al tanto de las posibles secuelas y demostrarle un interés genuino a la persona afectada y a sus allegados. Por otra parte, no olvides hacer seguimiento al plan que diseñaste en el paso anterior. Esto es útil para revisar si las medidas que implementaste en realidad funcionaron y, también, es un requisito que te exigirán en caso de una visita por parte de la Secretaría de Salud u otro ente de control.

¿Quién reporta el evento adverso en salud?

En el reporte de eventos adversos participan todos los involucrados con la atención a los pacientes. Si en tu servicio trabajas con personal de apoyo, asistente, de servicios generales, entre otros, todos deben estar capacitados para reportar los eventos.

Por lo anterior, es muy importante que el enfoque ante un daño indeseado a un usuario nunca sea punitivo. Los servicios de salud están hechos para cuidar y es claro que no existe la intención de cometer errores. Sin embargo, cuando estos sucedan, no se deben tomar represalias y, por el contrario, todos los colaboradores deben aprender de ellos.

El evento adverso lo reporta cualquiera que haya sido testigo de este.

¿Cómo prevenir los eventos adversos en salud?

Aquí tienes algunas recomendaciones que puedes implementar en tu servicio para evitar daños a tus pacientes:

1. Diseña un programa de seguridad del paciente

Tu programa debe incluir todas las prácticas seguras que te apliquen. Las acciones que incluyas en tu programa deben encaminarse a minimizar los riesgos de tu servicio. Documenta por escrito dichas actividades, así cumples la norma colombiana y haces más segura tu atención. Si requieres apoyo, contáctanos aquí para crear e implementar tu propio programa de seguridad del paciente.

2. Realiza actividades de auditoría

Cuando evalúas a tus colaboradores o a ti mismo, puedes detectar a tiempo cualquier oportunidad para mejorar. La autoevaluación es una excelente herramienta para mitigar los riesgos. Cuentas con nuestro servicio de auditoría para analizar a fondo si estás haciendo las cosas de una manera óptima, eficiente y segura.

3. Presta atención a cualquier indicio de inseguridad en tu servicio y no lo ignores

Por ejemplo, si un día te tropiezas con una baldosa que se levantó, en ese mismo instante deberías arreglarla para que el día de mañana no sea un usuario quien presente una lesión.

¡Es momento de formalizar y organizar la gestión de eventos adversos en salud en tu consultorio propio o en tus diferentes servicios!

En MediAlly somos tus aliados. Te apoyamos con capacitaciones en seguridad del paciente y con el diseño y despliegue de tu documentación. ¡Contáctanos ahora y agenda tu asesoría inicial sin costo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *